SALA XI - ROTONDA PRINCIPAL

(PRIMERA PLANTA)

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Detalle de la montera

 

Vista de la sala

 

Vista de las columnas y artesonado del techo

 

 

 

1.        Decoran las paredes e esta sala las banderas de diversos buques, ya dados de baja en su mayoría, todos ellos pertenecientes a la Armada Española, como por ejemplo son el "Dédalo", el "Castilla", el "Aragón", el "Conde de Venadito", la "Villa de Bilbao", la "Princesa", la "Nautilus", etc....

2.        También podemos apreciar algunos “guiones”  pertenecientes a  Jefes de Estado españoles de las últimas épocas, y usados por éstos durante sus visitas oficiales como son :

·        GUIÓN DE NICETO ALCALÁ-ZAMORA Y TORRES Presidente de la Segunda República Española.

·        GUIÓN DE FRANCISCO FRANCO en el que destaca la simbología conformada por las dos cabezas de dragón y las dos columnas, así como la premisa “PLUS ULTRA”, originaria de los Reyes Católicos.

·       GUIÓN DE S.M. D. JUAN CARLOS I, de color azul y con el escudo de España. Podemos verlo, durante sus visitas de carácter oficial, ondeando en buques de la Armada.

 

     SOBRE LA ARQUITECTURA DE LA ROTONDA cabe señalar la calidad de los azulejos que decoran las paredes, procedentes de DELTF (Holanda) y que datan de finales del siglo XVIII. También son destacables las peculiaridades de las columnas y artesonado del techo, de estilo Neoclásico, que junto con la montera, dan carácter a una de las salas más representativas de este Museo.

     LOS AZULEJOS DE DELFT son producto de la cerámica Holandesa del siglo XVIII. Delft se encuentra a medio camino entre Rótterdam y La Haya. Su promoción cerámica hacen que sea una ciudad muy importante a partir del siglo XVII, además de instalarse allí la sede de la Compañía a las Indias, de ahí su influencia. No hay que olvidar tampoco que Delft es la cuna del pintor costumbristas Jan Vermeer (siglo XVII).

     La cerámica de Delft se caracteriza por el color azul sobre blanco de sus piezas, fruto de la influencia oriental de la porcelana china del período Ming. La producción cerámica de Delft comenzó a decaer en 1.725, aunque aún perdura hoy día pero por la producción en serie, lejos ya de la loza artística del siglo XVII.

 

 

 

 

 

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